¿Sabías que el consumo de la cannabis se expandió por los Estados Unidos en la década de los 70? La música y las costumbres juveniles estadounidenses hicieron que el consumo de substancias atravesaran fronteras. Nuevos cambios, nuevas ideas en torno a la cannabis y el aumento de consumidores marcaron esta época. En la publicación de hoy te contamos como fueron los años 70s y la evolución de la cannabis en Estados Unidos.
Sustancias Controladas
Un periodo de contradicciones los 70
La década de los 70 es un periodo de contradicciones; de prohibiciones, de hippies viajando en busca de la mejor cannabis y el mejor hachís, de los primeros cultivos comerciales en occidente, de la llamada Guerra contra la Droga… una auténtica montaña rusa donde la opinión de los entes gubernamentales chocaba de frente con buena parte de la población. Fue también una época crucial para el cultivo de cannabis, en la que empezaron a cultivarse plantas autóctonas de remotos lugares y comenzaron a fraguarse los primeros híbridos que verían la luz durante la década siguiente.
Richard Nixon es uno de esos personajes que se han ganado la reputación de “personaje anti-cannabis” a pulso. En el momento en el que el Congreso estaba redactando la nueva Acta de Substancias Controladas que debía sustituir a la famosa Marihuana Tax Act de 1937, surgieron dudas sobre cómo clasificar esta sustancia.
En una escandalosa y racista conversación grabada por los micrófonos ocultos que en aquel entonces había en el despacho oval de la Casa Blanca, Nixon exige a su jefe de gabinete Bob Haldeman la creación de la llamada Comisión Shafter, encargada de realizar estudios sobre lo nociva que podía ser la sustancia.
Nixon el anti-cannabis
Las conclusiones del estudio elaborado por la Comisión Shafter fueron más bien favorables para la cannabis, no considerándola un peligro para el país y su gente en absoluto. Esto sacó de quicio a Nixon, quien decidió fiel a su estilo ocultar la verdad de este informe y seguir con su huída hacia adelante en cuestión de drogas.
Finalmente, se salió con la suya y la cannabis pasó a estar catalogada en la categoría 1, lo que significa que se le negaba cualquier tipo de propiedad medicinal mientras se le otorgaba un alto riesgo de adicción. Nixon había distorsionado la historia de una planta con un valor medicinal atestiguado desde milenios atrás.
Parece que un estudiante de Historia y Derecho sabía más sobre Química y Medicina que los doctores que en aquel entonces investigaban dicho valor medicinal en Israel (y con resultados muy prometedores, por cierto). Si un abuelo de Tennesee quería tratar su glaucoma con cannabis, ahí estaría Richard para impedírselo y salvaguardar los derechos de… ¿quién? Pero dejemos ya la política y centrémonos en lo que nos interesa…
El consumo de cannabis en aumento
Pese a los esfuerzos de Nixon, la verdad es que en las calles de EEUU se vivía una relación cada vez más normalizada con la cannabis, especialmente entre los jóvenes. Movimientos contraculturales, protestas masivas de estudiantes, músicos, artistas… la cannabis, junto a otras sustancias como el LSD o las setas alucinógenas, no parecía que tuviera que desaparecer del territorio en un periodo breve de tiempo.
De hecho, durante la década de los 70 la venta de parafernalia para fumar cannabis se disparó, gracias en parte a que 12 Estados habían despenalizado la posesión de hasta 1 onza de yerba entre 1973 y 1978, lo que imaginamos cabreó sobremanera al bueno de Richard. Por poner un ejemplo, sólo en 1977 la parafernalia de fumador generó 250 millones de dólares en el país, mientras que en 1978 el uso entre adolescentes llegó a un techo histórico.
Pero… ¿Qué tipo de cannabis fumaban? ¿De dónde salía la ingente cantidad de yerba consumida cada año por los fumetas norteamericanos? Visto el contexto político y legal de la época, parece lógico pensar que el americano medio no quería correr el riesgo que suponía cultivar, por lo que el cannabis provenía de lugares de origen como Colombia, México o incluso Tailandia.
Los 70 fue un maravilloso periodo de tiempo en el que los primeros cultivadores estadounidenses comenzaron a cultivar en su tierra las semillas de plantas provenientes de zonas situadas a miles de millas de distancia, empezando lo que probablemente sea, a día de hoy, la industria del cannabis más potente del planeta.
Cultivando Sativas en Estados Unidos
Se estima que a finales de la década de los 70, aproximadamente el 70% de la cannabis consumida en EEUU provenía de la exportación, con sólo un 30% de producto cultivado en tierras estadounidenses, principalmente en California y Hawái.
Normalmente, la cannabis de exportación venía en ladrillos prensados donde uno podía encontrar prácticamente de todo: tallos, hojas, algún que otro cogollo y semillas, montones y montones de semillas. La calidad estaba, pues, muy lejos del estándar que tenemos hoy en día en dispensarios, clubes de fumadores y, por supuesto, en nuestra propia casa.
Gran parte de esta yerba provenía de Colombia, también de México, y en menor medida de lugares más lejanos como Tailandia. De vez en cuando, y gracias a algunos peregrinos del Hippy Hashish Trail que habían decidido convertirse en jóvenes emprendedores, también podía degustarse alguna pieza de hachís de zonas tan remotas como India, Nepal o Afganistán.
Lo que consumía el fumador medio era yerba de mala calidad, llena de semillas y con un total desprecio hacia ese noble arte que es la manicura de cogollos. Aquello no podía continuar así, de manera que algunos jóvenes decidieron germinar los cientos de semillas que tenían, semillas que de hecho habían pagado a precio de oro a sus camellos.
Pronto, y gracias a la práctica y a un poco de estudio, estos cultivadores consiguieron adaptar estas variedades a sus respectivos climas, produciendo además cogollos sin semilla, lo que hizo que el producto nacional ganara muchos enteros frente al exportado gracias a su calidad, muy superior.
Evolución del cultivo en los 70
Por primera vez, mucha gente podía disfrutar las flores que llevaba tiempo consumiendo llenas de hojas y semillas de una forma totalmente nueva: puros cogollos de yerba sin semilla y debidamente manicurados…
Las semillas germinadas durante este periodo tenían, a grandes rasgos, tres orígenes distintos: por un lado, tenemos a miles de soldados volviendo de la Guerra de Vietnam. Como muchos otros hechos históricos atestiguan, las campañas militares en el extranjero siempre han jugado a favor de la dispersión de semillas de cannabis, y el caso de Vietnam no fue una excepción.
Por otro lado, y como hemos visto, toneladas de cannabis repleta de semillas cruzaban la frontera estadounidense cada año, convirtiéndose en una fuente inagotable de genética. En tercer lugar, estaban algunos de los mochileros del Hippy Hashish Trail, quienes habían visto la oportunidad de volver de las exóticas tierras de Oriente Próximo y Asia Central con algo más que buenos recuerdos y magníficas fotos.
De esta forma, las primeras plantas provenientes de semillas encontradas en cogollos traídos de contrabando solían ser Sativas colombianas o mexicanas, plantas de gran tamaño que se adaptaron bien a climas como el californiano.
Variedades
Variedades como Colombian Gold, Acapulco Gold, Oaxacan Gold o Panama Red eran muy populares, también genéticas tailandesas. En menor medida, también podían encontrarse Sativas africanas, muy apreciadas por su efecto cerebral y energético, como las variedades de Congo, de Nigeria o de Malawi. Y no podemos olvidar a una de las preferidas de muchos y autóctona de las islas de Hawái, la Maui Waui.
Pronto, los cultivadores empezaron a cruzarlas entre sí dando lugar a híbridos de predominancia Sativa mejor adaptados a sus respectivas zonas de cultivo, híbridos que aún a día de hoy son muy apreciados, como por ejemplo la marihuana Haze.
Desafortunadamente y como no podía ser de otra forma visto el contexto político de la época, en poco tiempo era común ver helicópteros de la policía volando a baja altura en busca de cultivos en Estados como California, Oregón, Washington o Hawái, por lo que los cultivadores adoptaron tácticas de cultivo de guerrilla.
La presión aumentaba sobre ellos día a día, y todo parecía encauzarse hacia una solución para poder cultivar yerba de manera oculta: los cultivos de interior bajo lámparas de luz artificial. Sin embargo, había un problema: las Sativas que habían estado dando excelentes resultados en exterior no eran aptas para cultivos de interior, donde el espacio disponible suele limitar bastante el tamaño final de las plantas.
Índices de THC de la cannabis en los 70
Que las variedades de cannabis ricas en THC que pueden encontrarse hoy en día son mucho más potentes que las que se fumaban hace 50 años es una creencia común hoy en día entre la comunidad. Resulta que desde el mismo momento en que esta planta entró en la categoría 1 de sustancias peligrosas en 1970, el Natural Center for Natural Projects Research (NCNPR) de la Universidad de Mississippi ha estado haciendo análisis de cannabinoides a las muestras incautadas por la polícía.
Los resultados de este dilatado estudio hablan por sí solos, la marihuana de hoy en día es un 57-67% más potente que la de esa época. Por poner un ejemplo, una de las variedades más potentes era la Maui Waui (en ocasiones se escribe Maui Wowie), con un 13% de THC. ¡Poco que ver con lo que hoy en día podemos encontrar, con variedades que llegan al 30% de THC! Sin lugar a dudas, los programas de crianza basados en crear cepas con mayor porcentaje de este cannabinoide han dado sus frutos.
Los primeros híbridos Sativa-Indica
Por suerte, los peregrinos del Hippy Hashish Trail habían hecho llegar a EEUU semillas de otras variedades que presentaban características ideales para el cultivo en interior, plantas con predominancia Indica provenientes principalmente de zonas de Afganistán y Pakistán (Mazar-I-Sharif, Hindu Kush, Chitral, etc.), y también genéticas de Líbano como Lebanese Red o Lebanese Blond. Pronto, los más avezados criadores cruzaron sus plantas Sativa aclimatadas con estas nuevas plantas, dando lugar a los primeros híbridos Indica-Sativa propiamente dichos.
De este modo, y gracias a toda esta genética foránea y al avance en los sistemas de iluminación de alta descarga, a finales de la década ya se habían creado híbridos ideales para el cultivo en interior, que solían compartir jardín con las Indicas sin hibridar. ¿Te suena la marihuana Skunk? ¡Pues tiene sus orígenes a finales de esta década!
Personajes cannábicos famosos de los años 70
Acontunuación algunos de los pioneros americanos que empezaron esta nueva “fiebre del oro verde”. Gente como los autores Mel Frank o Ed Rosenthal, quienes en esa época comenzaban sus andanzas en esto de escribir sobre el cultivo de marihuana en libros o publicaciones como High Times, que de hecho fue fundada en 1974.
También podemos mencionar a los Haze Brothers, unos hermanos de los que se sabe muy poco pero que estarían detrás de la creación de uno de los híbridos con predominancia Sativa más famosos de todos los tiempos, la marihuana Haze, que durante los 70 vio como su popularidad subía como la espuma. Por supuesto, no podemos cerrar este artículo sin mencionar a Sacred Seeds Collective y su famosa Skunk, que Sam Skunkman habría llevado a tierras holandesas algo más tarde.
Todos estos hechos pusieron los cimientos para lo que tendría que venir durante la década siguiente, la revolución del cultivo interior…
Con información de: Alchimiaweb